Luego, como todos saben, me enamoré de un finlandés y he pasado 10 años viviendo en Helsinki. Ante las particularidades de la cultura nórdica, me dije “si Francia es otro planeta, pues entonces Finlandia debe ser ¡otra galaxia!” Y me di cuenta lo latina que era, la cantidad de cosas en común que compartía con mis hermanos culturales los franceses. Imposible soportar la mirada neutra del finlandés sin que te entre un pánico total y si los supermercados franceses me parecían un caos, los finlandeses eran un infierno. Claro, como todos los nórdicos, se precian de ser muy ordenados… lástima que eso también sea un construcción cultural.
Ahora nos encontramos por dos años en Filipinas, debido a que Tommi está trabajando en el Banco Asiático de desarrollo. Me he mudado tantas veces en mi vida que realmente me parece la peor pesadilla del mundo (lean lo que explico en la introducción de “Chica Cosmo”), pero como ya había decidido dejar de trabajar por seis meses para poder terminar mi tesis doctoral, acepté (además él me aseguró que era importante para su curriculum). Me dije que en vez de seis meses, me lo podría tomar con calma y tardarme un poco más, historia de crearme algo que hacer mientras estoy aquí.
Pensé que sería fácil, que debido a la influencia cultural española y norteamericana, éste sería quizá el país asiático más fácil en donde vivir… luego de seis meses les puedo Asegurar que si Francia es otro planeta y Finlandia otra galaxia entonces esto es otra dimensión. Y me doy cuenta lo “occidentalizada” que estoy, y la cantidad de cosas en común que comparto con mis primos culturales los nórdicos. Y es que encontrarte con una cultura en donde decir sí, simplemente NO significa sí… De los supermercados, para muestra un botón: Imaginen un lugar en donde las carnes no están ordenadas por tipos (de pollo, de res, para estofado, bistec, etc…) sino ¡Por granjas! En otras palabras tienes 5 diferentes espacios para carnes, porque cada granja está separada. Así pues para saber qué variedades y precios de pollo te ofrece el supermercado… tienes que visitar cada uno de los 5 espacios ¡Díganme si no es una pérdida de tiempo!
Algunos dirán que siendo una escritora de ciencia ficción, debería sentirme feliz de viajar a otros planetas, galaxias y hasta dimensiones. Bueno, no puedo negar que la experiencia resulta bastante surrealista.
Bromas aparte el choque cultural aún es fuerte y quienes me conocen saben bien que lo que más me hace falta es la paciencia. Trataré sin embargo que esta parte del blog no sea tan… impaciente (Que Manila también tiene sus encantos) Por lo pronto confesaré que dos cosas que no extraño de Finlandia es el clima y la comida. Por lo demás, ya quisiera regresar “a casa”. Dicen que dentro de dos años, cuando nos toque hacerlo, es muy probable que me quiera quedar un poquito más… ya veremos.
Muy entretenido ir conociendo partes del mundo en que de la primera impresión, saltamos a otra totalmente inversa, luego que nos damos cuenta de la influencia positiva que nos ha, de alguna forma legado. Yo vivo hace muchos años en Canadá, más de los que viví en Chile y realmente mi visión actual de este país nórdico y mi aceptación, han tenido un giro radical. Hermoso son estos planetas, galaxias o dimensiones, que por algún sortilegio nos ha tocado vivir.
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